Blog de La Familia

Quiubo niños,

Hace rato que no aparezco por aquí pero bueno, me gusta tambien caer así de repente y atragantarme de imágenes y energía familiar.

Acabo de encontrarme con Ale y chateamos escueta pero entretenidamente y entonces tuve la necesidad de ponerme al día en el mural ambulante.

Yo llevo un otoño de trabajar sin parar. Y muy contento de sacar adelante tanto trabajo, de hacer tanto lo que me gusta, de participar en proyectos interesantes con gente maravillosa, pese al insomnio galopante que llevo encima. Ya saben que soy un poco búho y vivo de noche pero con el cambio de hora, la cortina de luz gris que cubre ésta ciudad desde hace ya un mes, no la había pronosticado tan oscura. Tiene algo romántico y un poco triste la Ámsterdam novembrina. Aquí te debates entre si son mejores las ráfagas de viento congelado, la lluvia o la llovizna, y aún así la lluvia cayendo sobre los canales y los colores de la ciudad tienen algo tan estético y especial que a veces vale la pena quedarte empapado y congelado solo para reírte de ti mismo y lo que te rodea. Y al fin y al cabo no es nada que un vino o una casa calentita no puedan resolver.

Han sido días, o mas bien noches largas, de dejarme absorber por la concentración del trabajo, analizando formas, colores, imagenes y letras, muchas letras, una sed infinita de tipografías. Y es que es como una navegación lenta el proceso creativo a veces. Y el aislamiento casi necesario, para reflexionar, para aprender, para seguir creando.

Ésta es una etapa muy interesante para mí. Creo que nunca pude decir que estaba haciendo algo en lo que realmente creyera y me llenara y con lo que pudiera ganarme la vida. Y me llegó el momento. Mi vida cotidiana tambien ha cambiado y es como si el espacio me empezara a pertenecer cada vez mas y la gente local que parecía tan lejana, a veces tan fría, se acerca.

Acabo de cerrar algunos proyectos para poder concentrarme en otros y parece que sigo y sigo no puedo parar. Pero me parece que me estoy perdiendo de un montón de actividad, de calor y cosas buenas por allá abajo... Ni de mandar un pinche saludo a los cumpliañeros me acordé, ya que decir una llamada... nada! Qué verguenza... Pido perdón. Y les mando desde aquí hoy, que no cumple años nadie de nadie (espero!), muchos besos, mucho amor.

Juliancha vi toda la campaña publicitaria que se puso en marcha para la ocasión tan especial. Y aunque mis pensamientos estaban entretenidos por otros senderos, estoy seguro de que un pedacito de todo el jolgorio me llegó telepáticamente. Yo celebré y mucho ese fin de semana pues era la premiére de un proyecto por el que trabaje mucho y con muchas ganas. Espero que un poquito de esa energía positiva te haya llegado desde aquí a tí tambien.
Y ya me chismoseé las novedades: a acumular millas para reencontarnos. Qué daría por echar un baile y un borrachera en la Colombie!

Los extraño y espero verlos pronto, donde deambularemos juntos, otra vez, en algun rincón del mundo.

Mas besos,

Hugo.